Peelings, ácidos y enzimas.
Publicado por Martha Perez Araya en
Peelings
Los peelings químicos son tratamientos dermatológicos cuyo principio se basa en la capacidad de la piel de regenerarse tras una destrucción (más o menos intensa) de las capas más superficiales por medio de un ácido. Esta sustancia elimina de forma controlada y limitada una parte del cutis más o menos profunda, según el tipo de ácido utilizado, y produce de forma tardía una regeneración de las capas destruidas renovando la piel y dejándola más luminosa, más limpia, uniforme y elástica sin determinados defectos estéticos como manchas, arrugas, defectos de acné, y mucho más.
¿Quién es el candidato ideal?
El candidato ideal para un peeling químico es aquella persona que presente un envejecimiento facial debido a la sobreexposición solar, manchas, acné, queratosis, flacidez de la piel, pequeñas arrugas, estrías, cicatrices, poros abiertos, etc. En general, funciona mejor en las pieles claras aunque también pueden beneficiarse las oscuras.
Contraindicaciones
En algunos tipos de piel existe el riesgo de desarrollar un cambio de coloración temporal o permanente. Este riesgo aumenta en personas que toman anticonceptivos, en embarazadas y en aquellas con historia familiar de hiperpigmentación. El tratamiento también puede reactivar lesiones por herpes en los labios o la nariz, sobre todo en personas predispuestas. En estas circunstancias el médico puede prescribir una medicación para evitar un brote. Se debe informar al médico sobre la tendencia a formar cicatrices abultadas.
Conozca los ácidos utilizados en los peelings químicos:
Ácido Azelaico.
Antinflamatorio.
Bacteriostático.
Sebostático.
Comedolítico.
Germicida.
Fungicida.
- Pieles con tendencia grasa y acnéica.
- Poros engrosados y abiertos
- Pieles con brillos, barros, espinillas y puntos negros.
Ácido Ferúlico
Gran poder antioxidante, hidratante y antienvejecimiento.
Estimula la síntesis de colágeno.
- Pieles envejecidas por el sol, el viento, la intemperie o el tabaco.
- Pieles desvitalizadas, mates, apagadas, carentes de luminosidad, ásperas.
- Pieles sensibles, con alteraciones microcirculatorias.
Ácido Glicólico
Inhibidor de la formación de manchas e iluminador de la piel.
Gran efecto regenerador.
Antiaging.
Exfoliante.
Suavizante.
- Pieles envejecidas, con manchas solares o de edad.
- Arrugas finas.
- Pieles mates, sin luz, con discromias, con huellas o imperfecciones irregulares y post acnéicas.
- Pieles con apariencia de "suciedad" y desvitalizadas.
Ácido Mandélico
Efecto tensor, antiflacidez y descolgamiento.
Hidratante, reafirmante, revitalizante.
- Acné inflamatorio
- Hiperpigmentaciones.
- Piel Sensible y oscura (fototipos IV a VI
- Hiperqueratinización
- Pieles flácidas.
- Pieles átonas.
- Pieles descolgadas.
Ácido Salicilico
Disminuye el grosor del estrato córneo
- Acné
- Hiperqueratosis
- Poros dilatados
Enzimas y mesoterapia
La mesoterapia en el campo de la estética consiste en la aplicación de microinyecciones de sustancias a muy bajas dosis con el fin de combatir una serie de problemas de belleza como la celulitis, la grasa localizada, las arrugas o la flacidez. Estas sustancias, generalmente, son enzimas.
Las enzimas son moléculas proteicas complejas que actúan como biocatalizadores en multitud de reacciones químicas de nuestro organismo. Son una herramienta muy útil gracias a la gran versatilidad de usos en tratamientos dermatológicos (cicatrices, queloides, quemaduras) y estéticos
(adiposidades localizadas, celulitis, flacidez, estrías, papada) sin necesidad de recurrir a cirugia.
Es una alternativa estética mínimamente invasiva para mejorar la apariencia facial y corporal.
Actúan solo donde el cuerpo lo requiere y producen efectos duraderos.
Los resultados son visibles en muy poco tiempo y no produce irritaciones ni efectos secundarios.
El tratamiento con enzimas permite reducir, tensar y drenar la piel.